Prevención de la intoxicación por plomo
El plomo (Pb) es un metal pesado, muy empleado en la industria y en nuestra vida cotidiana, cuyos efectos sobre la salud son muy dañinos, especialmente sobre las personas especialmente sensibles. Todos los compuestos en los que el plomo forma parte son tóxicos.
La principal vía de entrada del plomo en el organismo es la vía respiratoria, seguido de la vía oral (fundamentalmente por el consumo de alimentos o productos con presencia o contaminados de plomo).
Cuando se habla de la prevención por intoxicación del plomo, tenemos que tener siempre claro que no existe un nivel de exposición al plomo que pueda considerarse seguro. Y hemos de diferenciar dos ambientes completamente distintos:
- Ambiente Laboral. Como ya hemos mencionado, la mayor parte de las intoxicaciones se producen por vía respiratoria, seguidas de la vía oral (por comer o fumar en zonas de trabajo en el que hay partículas de plomo). Las medidas preventivas, técnicas y médicas, establecidas por las empresas, han hecho que las intoxicaciones por plomo, de origen laboral, se hayan reducido notablemente en la actualidad.
Se consideran actividades de elevado riesgo de intoxicación laboral por plomo: metalurgia del plomo; recuperación de plomo y residuos metálicos que lo contengan (chatarra); fabricación y reciclado de acumuladores eléctricos (baterías); fabricación de explosivos; fabricación y manipulación de arseniato de plomo como insecticida, etc.
- Ambiente no laboral. La mayoría de las intoxicaciones se producen por vía oral. Aquí hay que prestar especial atención a los niños de corta edad, pues la cantidad de plomo que ingieren puede ser mucho mayor que en los adultos, siendo sus consecuencias más dañinas si cabe.
Aunque los efectos perjudiciales del plomo son conocidos desde hace tiempo y muchos países han tomado medidas para atajarlos, la exposición al plomo, sobre todo en la infancia, sigue constituyendo un importante problema sanitario en muchos países. El alcance de este problema es tal que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) crearon una Alianza Mundial encaminada a eliminar el plomo en la pintura. Desde la eliminación del plomo en la gasolina, el plomo contenido en la pintura constituye una de las principales fuentes de exposición. Cuando la pintura con plomo está en perfecto estado, no hay riesgos. Pero con el tiempo, la pintura envejece, se deteriora y se fragmenta, desprendiendo pequeños trozos y polvo que contaminan el entorno.
El objetivo de esta Alianza es promover una interrupción gradual de la producción y venta de las pinturas que contengan plomo hasta conseguir su total desaparición. A 30 de julio de 2018, sólo 69 países habían establecidos medidas jurídicamente vinculantes para el control de las pinturas con plomo, pero cada uno ha establecido las medidas que ha considerado oportunas, así:
- En la Unión Europea: los carbonatos de plomo y los sulfatos de plomo no se admiten como sustancias y componentes de preparados destinados a ser utilizados como pinturas.
- En EE.UU., Canadá e India: no se admitirán concentraciones de plomo superiores a 90 mg/kg.
- En Brasil, Argentina, México: no se admiten concentraciones superiores a 600 ppm (partes por millón).
- En China: el rango oscila entre 90 y 1000 ppm.
- En Australia y Nueva Zelanda: la concentración máxima es de 1000 ppm
- Otros países, como Rusia, no especifican las medidas que han tomado.
En definitiva, la mejor medida para evitar el empleo de pinturas que contengan plomo es la información a los usuarios sobre el riesgo que conlleva su uso y la sustitución del plomo en las pinturas por otro producto menos dañino, tecnología que a día de hoy es perfectamente factible.
Departamento de Prevención de Riesgos Laborales de Activa Mutua