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Ahora con más razón, en esta pandemia cuidemos de nuestros trabajadores de edad avanzada.

Ahora con más razón, en esta pandemia cuidemos de nuestros trabajadores de edad avanzada.
30 sep

Ahora con más razón, en esta pandemia cuidemos de nuestros trabajadores de edad avanzada.

El pasado día 14 de julio, el Ministerio de Sanidad publicó la última actualización del documento “Procedimiento de actuación para los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2 estableciendo una clasificación de las personas especialmente sensibles al contagio de la COVID-19, esto quiere decir que, son más susceptibles a contagiarse y con más probabilidades de agravamiento de la enfermedad.

Con la evidencia científica disponible a fecha 2 de junio de 2020 (Información científica‐técnica sobre el COVID‐19, del Ministerio de Sanidad; ECDC; CDC), el Ministerio de Sanidad ha definido como grupos vulnerables para COVID‐19 las personas con enfermedad cardiovascular, incluida hipertensión, enfermedad pulmonar crónica, diabetes, insuficiencia renal crónica, inmunodepresión, cáncer en fase de tratamiento activo, enfermedad hepática crónica severa, obesidad mórbida (IMC>40), embarazo y mayores de 60 años.

Los cuerpos de las personas mayores de 60 años presentan un desgaste que los de menor edad. Este desgaste se suele centrar en problemas de salud que afectan principalmente a los huesos, la piel y algunos órganos, por lo que el embate de una enfermedad infecciosa como la COVID 19 puede resultar muy grave aun cuando no se tengan patologías previas ni enfermedades crónicas.

Este colectivo, se trata de trabajadores igual de válidos que los más jóvenes, se les debe tratar como lo que son, trabajadores de pleno derecho, por eso debemos incidir y priorizar, a día de hoy, en acciones contra la COVID-19 (sin olvidarnos de cualquier otra mejora de las condiciones de trabajo que implique cualquier otro factor de riesgo) como por ejemplo en la eliminación/minimización del contacto con otras personas, compañeros, fomentando el trabajo a distancia o teletrabajo, en la medida de lo posible; y si esto no es posible, se tomarán las medidas necesarias para cumplir las recomendaciones que establecen las autoridades competentes con el fin de evitar los contagios.

Por este motivo, como el procedimiento antes citado dice, los Servicios de Prevencion de Riesgos Laborales de cada empresa deben priorizar sus actuaciones en identificar que trabajadores son especialmente sensibles y qué medidas preventivas se deben adoptar para evitar la exposición y propagación del virus SARS-COV-2 (tanto colectivas, individuales, organizacionales e higiénicas), contemplando incluso la adaptación y/o re-ubicación del puesto, trabajo a distancia, etc. y si no fuera posible la aplicación de dichas medidas o no son lo suficientemente efectivas para evitar el contagio, se deberá solicitar la baja al médico de atención primaria, aportando informe del servicio médico del SPRL certificando la especial sensibilidad, indicando la imposibilidad, por parte de la empresa de re-ubicación y/o adaptación del puesto de trabajo.

Por el mero hecho de tener más de 60 años no vamos a pedir indispensablemente la incapacidad temporal como primera medida a la empresa, pues la mera inclusión en el grupo de sensibilidad implica que tenemos que tener más cuidado, ser más cautelosos en nuestro quehacer diario, tanto en casa como en el trabajo.

La evolución demográfica de las últimas décadas demuestra el aumento de la longevidad de la población española y por tanto de sus trabajadores. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de establecer una serie de medidas de protección de los trabajadores mayores ya que en breves años serán una gran mayoría.

No nos podemos permitir el lujo de dejar a este colectivo a su suerte, debe contar con el apoyo y la solidaridad de los compañeros y de las empresas, así como de las administraciones públicas para su óptimo encaje en un entorno laboral cambiante en el que actualmente, y no sabemos hasta cuando, nos estamos jugando nuestra salud y la de todos.

Por Rodrigo Pérez Álvarez – Área PRL Activa Mutua

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